Del paquete de medidas dentro de la iniciativa ‘‘Fit for 55’’ de la Unión Europea al cero emisiones netas de CO2 en 2050, pasando por los combustibles de aviación sostenibles (SAF) y el Cielo Único Europeo (Single European Sky), José Ramón Bauzá, eurodiputado dentro del grupo parlamentario Renovar Europa, comparte su visión sobre algunos de los temas de aviación más importantes del panorama Europeo.
(Entrevista realizada en verano 2022).
La iniciativa del ‘‘Fit for 55’’ se presenta como una herramienta que podría contribuir significativamente a reducir la huella de carbono, pero conlleva ciertos puntos que podrían tener efectos negativos tanto para el medioambiente como para la industria. Esto incluye la extensión de ‘EU-ETS ‘para los vuelos extraeuropeos y la amenaza que representa para una solución global como ‘CORSIA’ (Plan de Compensación y Reducción de Carbono para la Aviación Internacional), así como la introducción de un impuesto sobre el combustible. El aspecto medioambiental es sin duda el factor elemental de la Propuesta, pero también lo es la competitividad del sector. ¿Cómo han sido las discusiones del expediente en las Comisiones del Parlamento respecto a estas sensibilidades?
Pues han sido y están siendo y van a ser muy complicadas. Muy complicadas porque, yo voy a hablar como liberal que soy, que he tomado decisiones como presidente de un gobierno liberal, y en legislación desde un punto de vista de un partido liberal. Yo no creo en la imposición. No creo en la penalización. Yo creo en la investigación y en la inversión.
Si una compañía, pongo un ejemplo, tiene que pagar 500 millones de euros en tasas, en impuestos, porque no son más que en impuestos, yo prefiero que esos 500 millones de euros no lo destine a pagar impuestos, sino que lo destine a investigar. Que lo destine a innovar. Es decir, que eso genere una rentabilidad. Y lo que no podemos hacer es tomar decisiones sin la evidencia científica. ¿Quién no cree que las empresas, en este caso las compañías, no quieren innovar? Pero también en determinadas ocasiones, se les está pidiendo cosas que simplemente es imposible. Es que se les va a pedir a determinadas compañías, a determinadas empresas, que se adapten a circunstancias donde la ingeniería todavía no es posible. Donde todavía no hemos podido llegar.
Esa presión excesiva sobre lo imposible, lo que va a hacer es que nuestras propias compañías aéreas pierdan competitividad y pierdan competitividad porque no solamente les estamos pidiendo lo imposible, sino que además reducimos la consecución de determinados objetivos a una región muy pequeña del mundo que se llama Europa y queremos que todo el mundo piense como piensan algunos europeos y que todas las compañías y toda la mente del mundo piense como piensan los europeos.
Por lo tanto, exijamos lo que es posible, no pidamos lo imposible porque si no, acabaremos con la propia competitividad del sector de la aviación, sin el cual no nos podemos desplazar y además hay un sistema el entramado que tenemos en Europa, el entramado de las conexiones -entre las cuales están las regionales, ¡se pueden acabar si exigimos lo que no es posible cumplir. Con lo cual, mucho cuidado que con las cosas de comer no se juega.
Los miembros de IATA se comprometieron recientemente a cero emisiones netas de CO2 en 2050, utilizando como solución principal el uso de combustibles de aviación sostenibles (SAF). Hoy en día su producción está todavía muy lejos de lo que necesita la industria y su precio 3 a 5 veces más elevado que los combustibles tradicionales. ¿Cómo podemos resolver esta ecuación para conseguir este ambicioso objetivo para el 2050?
Lo sencillo, lo lógico, lo que haría cualquier persona coherente es simplemente hacer que sea posible, si el tiempo lo permite y en el ritmo en el que los acontecimientos lo hagan posible. Vamos a ver, repito, yo estoy absolutamente comprometido con el medio ambiente, no hay nadie que esté más, igual puede ser, pero más no. Pero lo que no podemos pedir es que hagamos cosas que simplemente es imposible.
Los biocombustibles (‘Sustainable Aviation Fuels’), todos queremos que estén en marcha. Tenemos tiempo suficiente para que los depósitos de los aviones que los depósitos de combustible sean almacenados, sean llenados exclusivamente con combustibles SAFs. Hoy en día no. Yo me he reunido con compañías que están invirtiendo, que están innovando, que están investigando en el tema de SAF. Simplemente me dicen: “nuestra producción anual es esta. No es que no queramos hacer más, sino que no podemos hacer ni con lo de la materia prima que tenemos ni con la capacidad tecnológica y química o bioquímica que tenemos, no podemos llegar.”
Es que hay compañías que su producción anual -empresas tecnológicas de desarrollo de biocombustibles- su producción anual se va a utilizar simplemente por parte de otra compañía ¡en una semana! O sea, todo el combustible anual se va a utilizar en una semana por parte de una compañía aérea, en el mejor de los casos. Es decir, ¿eso qué significa? Que no se puede llegar.
Por lo tanto, ¿de qué forma hay que llegar? De la forma en la que la tecnología, la ingeniería, la investigación y la realidad nos permita llegar. Y tenemos que llegar de la mano. Tenemos que acompañar a la industria. Tiene que entender la industria que en conjunto con el legislador conseguimos lo que tenemos un objetivo común que es conseguir esa neutralidad cero. Conseguir la mejor de las opciones para el medioambiente. Pero a ver si va a ir uno demasiado corriendo que va a tirar de la mano a otro y lo va a dejar por el camino.
Una de las soluciones más “asequibles” para reducir emisiones de CO2 es la mejora de las rutas. En nuestra región llevamos años promoviendo el Cielo Único Europeo. A pesar de los recurrentes esfuerzos de las aerolíneas y de las ambiciones de sostenibilidad de Europa y sus Estados Miembro, estos últimos siguen privilegiando la soberanía de su espacio aéreo, haciendo imposible su puesta en marcha. ¿Cree que la idea de un Cielo Único Europeo sigue teniendo recorrido?
Es uno de los conceptos que se trasladan de legislatura a legislatura. Uno de ellos es el “Single European Sky” (SES), el Cielo Único Europeo. Vamos a ver, nosotros por parte del Parlamento Europeo, estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para que salga adelante.
Si hablamos del tema del punto de vista medioambiental, simplemente con la liberalización de esa restricción aérea en el movimiento del Cielo Único Europeo, se reduciría en torno a un 10 o un 15% en función de las rutas el volumen de emisiones al aire, al espacio aéreo. Y también se reduciría absolutamente el consumo de combustible, podría redundar en la reducción de los costes, mejoraría la operatividad porque se reduciría el tiempo de trayecto por ruta. Es decir, todos son beneficios. Y repito, yo desde mi posición como portavoz de mi grupo liberal en materia de transporte y turismo, es uno de mis objetivos personales y que trabajamos con todos mis colegas del grupo liberal.
Lo que ocurre es que también encontramos una serie de limitaciones, para que eso sea aprobado es necesaria la unanimidad entre tres instituciones: el Parlamento Europeo, la Comisión Europea y el Consejo Europeo. En este caso, yo puedo entenderlo, para eso estamos trabajando: para intentar convencer a todas las partes llegar a un acuerdo común en que cuando hablan sobre la identidad del espacio aéreo de cada uno de los países, aquí surgen sensibilidades porque hay una cuestión de defensa, hay una cuestión de estrategia, hay una cuestión de idiosincrasia y hay una cuestión, entre comillas, de causa superior del Estado miembro que hace imposible que esa decisión finalmente sea tomada.
Yo estoy convencido, no me cabe la menor duda de que por parte del Parlamento Europeo no va a quedar. Lo que ocurre es que, claro, ves como determinados primeros ministros, presidentes de determinados países, pues están diciendo que hay que conseguir esos objetivos como por ejemplo los del “Green Deal”, los del “‘Fit for 55’”, a cualquier precio, de una manera inmediata y estos mismos que urgen a tomar decisiones algunas de ellas populistas, cuando llega la hora de tomar la decisión sobre su espacio único y estratégico luego ahí voy para atrás, con lo cual hay que ser coherente y congruente y no hace falta. No sé si será factible o no en esta legislatura, ya estamos a mitad de legislatura. Yo no lo veo fácil honestamente, pero bueno, al menos por mi parte no va a quedar.
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